🧭 La ética de Indiana Jones

¿Es lícito extraer el contenido del túmulo?

🎬 El mito del arqueólogo-aventurero

Soy un gran aficionado a la saga cinematográfica del personaje de Indiana Jones. Recuerdo cuando en la primera película, En busca del arca perdida, el Dr. Jones está dando clase a sus alumnos y les cuenta que es lícito extraer el contenido del túmulo etrusco, y que no confundamos robar con vaciar el contenido del túmulo: en cualquier caso, es trasladarlo a otro lugar.

Aventurero con detector de metales escaneando ruinas arqueológicas, con billetes saliendo del suelo.

Siempre he dicho que en las películas de fantasía, aventuras y superhéroes, soy un tipo facilón. Me suelo dejar el cerebro fuera de la sala de cine, pero lo que afirma en este caso nuestro amigo Indy tiene su miga.

🏺 Carter, gloria y ego

Los arqueólogos en general nos caen bien. Son tipos eruditos en su materia y el cine nos ha hecho verlos como aventureros que recorren el mundo rescatando tesoros de las manos de los nazis para la humanidad, pero nada más lejos de la realidad.

Pensemos en un momento en Howard Carter. Posiblemente hizo el hallazgo más importante de nuestra era y nos permitió conectar con una civilización que creíamos perdida, especialmente por los tesoros y el ajuar funerario del Faraón Niño. ¿Lo hizo por amor a la humanidad o por su propio ego? ¿Buscaba “Fortuna y Gloria”, como vuelve a decir nuestro amigo Indy en El Templo Maldito?

💰 De los templos a las subastas

Si avanzamos unos siglos y llegamos a la actualidad, nos encontramos con que el mercado ilegal de antigüedades mueve varios cientos de millones de dólares al año, según fuentes especializadas. No hablamos de los miles de millones que a veces se repiten, sino de una cantidad significativa pero moderada.

Dos manos sujetan mitades de un mapa rasgado, cada una con billetes de dólar y euro.

Sin embargo, si sumamos el negocio legal —arte, subastas, equipos como detectores de metales— hablamos de decenas de miles de millones de dólares anuales, lo que convierte la arqueología contemporánea en una industria compleja y de gran calado económico.

⚖️ ¿Y la ley qué dice?

En España, si encuentras un tesoro en un terreno privado y lo haces por casualidad, la ley indica que la propiedad se reparte: mitad para ti y mitad para el propietario del terreno. Si el hallazgo no es casual (es decir, si has ido deliberadamente a buscarlo), el propietario se queda con todo, salvo que tengáis un acuerdo previo.

Ahora bien, si el objeto hallado tiene valor histórico o artístico y se considera parte del Patrimonio Histórico Español, el Estado puede reclamarlo. En ese caso, lo adquiere mediante el pago del justiprecio, y tú como descubridor no recibes ninguna bonificación especial.

También es obligatorio notificar el hallazgo en cuanto se produce. La Ley del Patrimonio Histórico exige comunicarlo a las autoridades locales o autonómicas en un plazo máximo de 30 días. Si no lo haces, puedes enfrentarte a multas o incluso a cargos penales por apropiación indebida o expolio.

En cambio, en Gran Bretaña, cualquier hallazgo de más de 300 años de antigüedad, que contenga más de un 10% de oro o plata, debe entregarse a un representante del Plan de Antigüedades Portátiles. Una vez que los conservadores del Museo Británico determinan si el hallazgo se ajusta a la definición legal de tesoro, este pasa a ser propiedad de la Corona Británica. Si los museos deciden adquirirlo, el descubridor recibe el valor de mercado tasado, que se reparte con el propietario del terreno.

⚓ Tesoros sumergidos y conflictos

Mano saliendo del lecho marino alzando una bandera roja entre monedas doradas, con un galeón sumergido al fondo.

Si además nos adentramos en el peliagudo tema de barcos hundidos, invirtiendo millones de euros en la localización del pecio, la extracción del tesoro, etc., y una empresa como Odyssey Marine Exploration puede quedarse sin nada después de todo el esfuerzo empleado en encontrar la fragata Nuestra Señora de las Mercedes en el Golfo de Cádiz, y el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictamina que hay que devolver el tesoro a España, resulta una práctica controvertida y no exenta de polémica.

No es de extrañar que si una empresa busca profesionalmente tesoros antiguos, trate en la medida de lo posible de esconder su descubrimiento (o parte de él), para evitar la posibilidad de quedarse sin nada si un gobierno lo reclama por razones históricas o jurisdiccionales.

🧠 ¿Y tú qué opinas?

Como siempre, me interesa la opinión de ti, querido lector. ¿Piensas que es lícito retirar el contenido del túmulo y que debería estar en un museo? ¿Hay que compensar siempre a quien realiza el hallazgo o sólo si es un hallazgo ocasional?

Puedes dejarme tus comentarios al pie de esta página o contactarme en info@inteligenciavirtual.es.

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