La evolución de nuestra mente se escribió con fuego, raíces y mutaciones.

Nuestro cerebro consume cerca del 20% de toda la energía del cuerpo, a pesar de representar apenas el 2% del peso corporal. Es exigente, insaciable y evolutivamente caro. Pero… ¿cómo lograron nuestros ancestros alimentar un cerebro en expansión sin supermercados ni suplementos?
La respuesta está en lo que comían, en cómo lo preparaban… y en cómo eso cambió el rumbo de la evolución.
🍖 La carne: un punto de partida
Durante décadas se creyó que el desarrollo cerebral comenzó cuando nuestros antepasados aprendieron a usar herramientas para cazar. La carne y la grasa animal, ricas en energía, habrían permitido alimentar un cerebro más grande.
Sin embargo, estudios recientes cuestionan esta hipótesis: ¿realmente se consumía más carne, o simplemente es lo que más se conserva en los yacimientos?
🥔 Almidón y carbohidratos: glucosa para pensar
El cerebro necesita glucosa, y la carne no la aporta. Aquí entran en escena los carbohidratos complejos: raíces, tubérculos, semillas. Un estudio reveló que neandertales y humanos modernos compartían bacterias orales especializadas en descomponer almidón, ya desde hace 600.000 años.
Más almidón = más glucosa = más energía para el cerebro.
🔥 El fuego: la revolución invisible
Cocinar cambió las reglas del juego:
- Aumentó la absorción de calorías.
- Redujo el esfuerzo digestivo.
- Liberó tiempo para actividades sociales y cognitivas.
Según la neurocientífica Suzana Herculano-Houzel, “cocinar nos hizo humanos”. Alimentamos mejor el cerebro… y eso nos permitió usarlo más.
🧬 Genes NOTCH2NL: la chispa biológica
Hace entre 3 y 4 millones de años apareció en el linaje humano el gen NOTCH2NL, que favoreció el crecimiento de la corteza cerebral. Este cambio genético clave coincidió con la expansión del cerebro en nuestros ancestros.
Pero tuvo un precio: estos genes también están asociados a mayor riesgo de enfermedades como el autismo o la esquizofrenia.
🧠 No solo tamaño: también forma
La forma moderna del cerebro humano (más redonda, con lóbulos frontales desarrollados) no apareció hasta hace unos 100.000 años. Aunque el volumen ya era grande, la verdadera reorganización funcional fue posterior… y crucial para el pensamiento simbólico, el lenguaje y la abstracción.
🪵 Conclusión
No fue solo lo que comíamos. Fue cómo lo comíamos. Fue con quién lo compartíamos.
La inteligencia no es solo un rasgo biológico: es una respuesta evolutiva a nuestras estrategias alimenticias.
Comemos, luego pensamos.
📚 Bibliografía recomendada
- National Geographic – Los carbohidratos fueron clave para el desarrollo del cerebro de humanos y neandertales.
- National Geographic – Cocinar nos hizo humanos.
- National Geographic – El cerebro humano creció gracias a los genes NOTCH2NL.
- Men’s Health – Cuestionan que la carne fuera decisiva para el desarrollo de los cerebros prehistóricos.
- EFE Futuro – Comer carne permitió al humano desarrollar su cerebro.
