No está del todo claro qué entendemos hoy por inteligencia. Si consultamos la RAE, nos encontramos con definiciones como:
- Capacidad de entender o comprender.
- Capacidad de resolver problemas.
- Conocimiento, comprensión, acto de entender.
- Sentido en que se puede tomar una proposición, un dicho o una expresión.
- Habilidad, destreza y experiencia.
- Trato y correspondencia secreta entre personas o naciones.
- Sustancia puramente espiritual.
- Servicio de inteligencia.
Como ves, es un término tan amplio que abarca desde habilidades cognitivas hasta espionaje internacional.
🧠 Distintos tipos de inteligencia
La propia RAE amplía el término con algunas categorías actuales:
- Inteligencia artificial
- Inteligencia de datos
- Inteligencia emocional
Pero tanto para mí como para el psicólogo Howard Gardner, estas etiquetas se quedan cortas. Su teoría de las inteligencias múltiples propone que existen al menos ocho capacidades diferenciadas:
- Lingüística
- Lógico-matemática
- Musical
- Visual-espacial
- Corporal-quinestésica
- Interpersonal
- Intrapersonal
- Naturalista
Lo que parece claro hoy es que la inteligencia no puede medirse con una única vara. Es un abanico de capacidades que, unidas, han dado forma a la civilización tal y como la conocemos.
💡 En próximas entregas del blog y el podcast profundizaremos en cada una de estas formas de inteligencia.
📜 De Descartes a las redes neuronales
Durante siglos, inteligencia fue sinónimo de razón. Para Descartes, pensar era la prueba máxima de nuestra existencia: Cogito, ergo sum. Los ilustrados la consideraban la cúspide del ser humano frente a los impulsos animales.
Con el avance de la neurología y las ciencias del comportamiento, este concepto se ha descompuesto en piezas más complejas y sutiles. Hoy no basta con resolver ecuaciones o tener buena memoria para ser considerado inteligente.
🧘 Tiempos difíciles para la inteligencia emocional
En los años 90, el psicólogo Daniel Goleman popularizó el concepto de inteligencia emocional. En su opinión, no basta con ser el valedictorian1 de la clase para tener éxito en la vida.
Sus cinco pilares fundamentales son:
- Conocer las propias emociones
- Manejar las emociones
- Automotivarse
- Empatizar
- Relacionarse con los demás
Hoy, sin embargo, cuando observamos a ciertos líderes mundiales —groseros, egocéntricos, ajenos al bien común—, uno se pregunta si esos principios no han sido ya olvidados.
📝 Conviene matizar que ser valedictorian no es sinónimo de falta de inteligencia emocional. De hecho, personalidades como Jodie Foster, Natalie Portman o Bill Clinton lo fueron, y han tenido trayectorias brillantes.

Ilustración conceptual sobre qué es la inteligencia hoy en día
🤖 La inteligencia artificial cambia el paradigma
Este es un tema que trataré más a fondo en próximos artículos, pero es imposible no aludir, al menos brevemente, a la irrupción de la IA.
Hoy convivimos con asistentes virtuales, algoritmos de recomendación y sistemas capaces de diagnosticar enfermedades mejor que muchos médicos. ¿Son estas máquinas inteligentes?
Aquí entra en juego la diferencia entre inteligencia natural e inteligencia artificial.
Una máquina puede procesar millones de datos por segundo. Pero… ¿comprende? ¿Tiene conciencia? ¿Importa si no la tiene, mientras actúe como si la tuviera?
💻 Cuando Deep Blue venció a Garry Kasparov en 1997, no lo hizo por ser creativo o ingenioso. Lo hizo por pura fuerza bruta y cálculo.
🤖 Hoy, la IA simula ciertos procesos humanos con gran eficacia, pero aún está muy lejos de desarrollar emociones, intuiciones o conciencia.
¿Queda mucho para Skynet? Quién sabe. Pero más vale estar informados… que sorprendidos.
✅ Una definición provisional
Podríamos decir que:
Inteligencia es la capacidad de adaptarse, comprender, aprender y tomar decisiones adecuadas en contextos complejos. Y, sobre todo, la capacidad de hacerlo en armonía con los demás y con uno mismo.
No hay una única forma de ser inteligente. Cada persona lleva dentro una forma distinta de comprender y transformar el mundo. Lo verdaderamente importante es descubrir cuál es la tuya… y cómo ponerla al servicio de algo más grande.
